Y qué bien me sienta ser español. Y cuánta alegría y entusiasmo desmedido me invade desde que tuve noticia de que éste cadaver mediático, otrora feminista radical fundadora de la revista Ajoblanco, devenida en periodista basura, tiene el valor de presentarse como candidata a Eurovisión 2010 con el nuevo tonto-hit "Soy un tsunami".
No seré yo quien diga que Eurovisión es un concurso serio, de relevancia internacional y totalmente ajeno a los manoseos políticos. Es más, para mí es una mierda carente de cualquier interés, una gala en la que conciliar el sueño mientras son los países vecinos los que ocupan el escenario, dejar el duermevela cuando perpetran los nuestros la patraña de turno y a dormir de nuevo hasta las votaciones. Votaciones en las que acostumbramos a quedarnos con cara de tontos cuando los de siempre se votan entre sí y nos arrastramos clamando los "ten points" de Andorra y Portugal. Además, se trata de un concurso que no aporta nada a la escena musical europea, ni siquiera algo relevante y novedoso que se pueda aprovechar; ni autóctono ni foráneo. Falta calidad y sobran propuestas extravagantes y estrambóticas que se abrazan al ramalazo freak más terco.
¡Ojo! que tampoco nos pilla de nuevas. Ya tuvimos bastante con sufrir la vergüenza torera de ese olimpo formado por Rosa de España, Chikilicuatre, las Supremas de Móstoles, nuestra querida "Poyeya", Las Ketchup, D'Nash, Ramón, Beth y demás detritos de la FM comercial.
Y en éstas estamos que no sólo la pájara ya comentada ha lanzado su propuesta al pueblo llano, ávida de éxito -cómo no- teniendo en cuenta la incultura y el cazurrismo de la plebe. También tenemos, por enésima vez, un plato de entrantes variados formado por esos chicos a los que un día se les prometió ser las putas celebrities, que podrían vivir de un sueño, que su voz les haría triunfar... nuestros queridos "triunfitos". El amplio elenco va desde ganadores del reality hasta auténticos serie B cuasi desconocidos. No faltan tampoco las chocholoco de las ondas catódicas, esta vez encarnadas en Sonia Monroy y Malena Gracia. Y, por supuesto, Leonardo Dantés vuelve por sus fueros para la ocasión. Lo de Rebeca (la de el "Duro de pelar" de los 90) da para hacer un estudio de caso.
Viendo el panorama, estaría bien eso de enviar anormales a drede con objeto de reirnos de un concurso musical agostado y trasnochado como es éste. Y digo estaría, porque ni eso sabemos hacer. Tristemente, mañana habra un número indeterminado, pero seguro que elevado, de energúmenos que invertiran su saldo en la adquisición ufana y orgullosa de sí misma del tono o politono de la amiga Maria del Carmen Marchante o del tontolaba de turno que haga gracia. Y gracia a gracia todavía no nos damos cuenta de que somos una cuadrilla de ineptos que nos reímos hasta de nuestra propia sombra. Que dejamos la representación de un país en manos de bufones del tres al cuarto y, así, ni nos quitamos ni nos quitaremos el cartel de país de pandereta.
Díganme insulso, retrógrado, agorero, extremista, pesimista o carente de sentido del humor. Pues bien, hay cosas que son humor... y hay cosas que son mierda. Si Karmele Marchante quiere ir hoy a Eurovisión, y mañana se le antoja a Julián Muñoz, al dueto de Aramís Fuster con el Padre Apeles o a la madre que parió a Panete: que lo hagan. No me importa a qué España representen, a mí desde luego no. Pero que concursen costeándose el viaje y los gastos de su bolsillo; y no que de los impuestos con los que se nutre la televisión pública tengamos que pagarles la gracia y el juergueo entre todos. Y si no hay que ir, no se va.
Desde aquí, me conformo con animar a toda este colectivo cantamañas a que se constituyan en partido político. Visto lo visto, la Moncloa es vuestra. Por lo menos, tendremos la certeza de vivir en el país de tócame Roque. Ahora, con los actuales inquilinos y los pretendientes a su ocupación, sólo lo intuimos.
Belén Esteban for president!
P.D.: Ni qué decir tiene que Karmele va líder destacada en las votaciones. Romperá las barreras que marcó Chikilicuatre.
Vía | Filtrando la Realidad
Imágenes | Youtube, Google Images
No seré yo quien diga que Eurovisión es un concurso serio, de relevancia internacional y totalmente ajeno a los manoseos políticos. Es más, para mí es una mierda carente de cualquier interés, una gala en la que conciliar el sueño mientras son los países vecinos los que ocupan el escenario, dejar el duermevela cuando perpetran los nuestros la patraña de turno y a dormir de nuevo hasta las votaciones. Votaciones en las que acostumbramos a quedarnos con cara de tontos cuando los de siempre se votan entre sí y nos arrastramos clamando los "ten points" de Andorra y Portugal. Además, se trata de un concurso que no aporta nada a la escena musical europea, ni siquiera algo relevante y novedoso que se pueda aprovechar; ni autóctono ni foráneo. Falta calidad y sobran propuestas extravagantes y estrambóticas que se abrazan al ramalazo freak más terco.
¡Ojo! que tampoco nos pilla de nuevas. Ya tuvimos bastante con sufrir la vergüenza torera de ese olimpo formado por Rosa de España, Chikilicuatre, las Supremas de Móstoles, nuestra querida "Poyeya", Las Ketchup, D'Nash, Ramón, Beth y demás detritos de la FM comercial.
Y en éstas estamos que no sólo la pájara ya comentada ha lanzado su propuesta al pueblo llano, ávida de éxito -cómo no- teniendo en cuenta la incultura y el cazurrismo de la plebe. También tenemos, por enésima vez, un plato de entrantes variados formado por esos chicos a los que un día se les prometió ser las putas celebrities, que podrían vivir de un sueño, que su voz les haría triunfar... nuestros queridos "triunfitos". El amplio elenco va desde ganadores del reality hasta auténticos serie B cuasi desconocidos. No faltan tampoco las chocholoco de las ondas catódicas, esta vez encarnadas en Sonia Monroy y Malena Gracia. Y, por supuesto, Leonardo Dantés vuelve por sus fueros para la ocasión. Lo de Rebeca (la de el "Duro de pelar" de los 90) da para hacer un estudio de caso.
Viendo el panorama, estaría bien eso de enviar anormales a drede con objeto de reirnos de un concurso musical agostado y trasnochado como es éste. Y digo estaría, porque ni eso sabemos hacer. Tristemente, mañana habra un número indeterminado, pero seguro que elevado, de energúmenos que invertiran su saldo en la adquisición ufana y orgullosa de sí misma del tono o politono de la amiga Maria del Carmen Marchante o del tontolaba de turno que haga gracia. Y gracia a gracia todavía no nos damos cuenta de que somos una cuadrilla de ineptos que nos reímos hasta de nuestra propia sombra. Que dejamos la representación de un país en manos de bufones del tres al cuarto y, así, ni nos quitamos ni nos quitaremos el cartel de país de pandereta.
Díganme insulso, retrógrado, agorero, extremista, pesimista o carente de sentido del humor. Pues bien, hay cosas que son humor... y hay cosas que son mierda. Si Karmele Marchante quiere ir hoy a Eurovisión, y mañana se le antoja a Julián Muñoz, al dueto de Aramís Fuster con el Padre Apeles o a la madre que parió a Panete: que lo hagan. No me importa a qué España representen, a mí desde luego no. Pero que concursen costeándose el viaje y los gastos de su bolsillo; y no que de los impuestos con los que se nutre la televisión pública tengamos que pagarles la gracia y el juergueo entre todos. Y si no hay que ir, no se va.
Desde aquí, me conformo con animar a toda este colectivo cantamañas a que se constituyan en partido político. Visto lo visto, la Moncloa es vuestra. Por lo menos, tendremos la certeza de vivir en el país de tócame Roque. Ahora, con los actuales inquilinos y los pretendientes a su ocupación, sólo lo intuimos.
Belén Esteban for president!
P.D.: Ni qué decir tiene que Karmele va líder destacada en las votaciones. Romperá las barreras que marcó Chikilicuatre.
Vía | Filtrando la Realidad
Imágenes | Youtube, Google Images
4 comentarios:
Que gracioso, je, je. je. Me parece que de ese grupo de la "vergüenza" deberías sacar a dos, porque Rosa López, es una cantante con buena voz y ahí está su 7º puesto, y Soraya al margen del resultado también. Creo que representaron a España muy dignamente, lo que noto es que hay muchos perjuicios sobre los salidos de OT, como si siempre no hubieran existido este tipo de programas... además de los hijos "de". Creo que merecen un respeto. Sobre Karmele, TVE, tiene lo que merece por no tomarse en serio el festival, y darle prioridad al invento de myspace. El Festival lo verá su tía, yo paso.
repito, prejuicios.
@ Anónimo:
Entonces, ¿tener buena voz implica necesariamente ser un gran artista? Por ese razonamiento... ¿consideramos a Rosa más mejor artista que a Joaquín Sabina?, ¿o a "Poyeya"?
Seguramente tenga buena voz, como seguramente sea una voz común como la de cualquiera que tenga el don de cantar bien. Me canso de ver cada verano orquestas de verbena con vocalistas con una innegable buena voz. ¿Y qué?
Créeme, la música va más allá de la canciones genéricas y postizas de la factoría Vale Music. Y también trasciende a la bazofia de Karmele.
¿Prejuicios? No, hechos. Me parece bien que a la gente se le salten las lágrimas con el "Yurop's livin a celebreision", pero el problema es de base. La música de este país es una mierda, y mientras la gente no descubra que fuera de los 40 Principales hay vida, seguirá siéndolo. Tragarán con los productos de turno que los negociantes de las discográficas les hagan consumir en cada momento.
Problema de cada cuál.
Dicho esto... ¡¡¡Viva Bisbal!!!
http://www.publico.es/televisionygente/287328/tema/karmele/marchante/podria/infringir/tres/normas/uer
@ Anónimo
"lo que noto es que hay muchos perjuicios sobre los salidos de OT"
Que sepa usted que cada vez que un triunfito se sube a un escenario, Dios mata a un gatito. Reflexione para el próximo post sobre ello.
Publicar un comentario