De este modo podría denominarse a la nueva situación atmósferica de gran parte de la vieja Europa. Un gran cenicero, "El cenicero cósmico". Algo tan natural e intrínseco entre la vecindad geográfica del planeta desde su creación como es un volcán, en este caso, de nombre impronunciable, ha colapsado el continente europeo tras su erupción. Las virulentas cenizas emitidas por el volcán islandés Eyjafjallajökull han provocado el cierre total o parcial del espacio aéreo de los principales países europeos. Ésto se debe al riesgo de que la ceniza y sus componentes pudieran llegar a parar los motores de un avión en pleno vuelo.
Habría que analizar que los datos de un último incidente de este tipo se remontan hasta hace casi treinta años. La tecnología aeronáutica comercial, invebitablemente, debería de estar mucho más avanzada que entonces. No obstante, no entraré en el juego tecnológico, puesto que lo desconozco a todas luces. Simplemente, aquí dejo una reflexión y una puerta abierta para los científicos.
La logística continental, así como miles de pasajeros, se encuentran "congelados" frente a distancias de miles de kilómetros de sus destinos. Los hay que ya han pagado sumas muy interesantes por servicios de taxi de largo recorrido. Nadie se libra, ni siquiera el nebuloso mundo del deporte. El FC. Barcelona viaja hasta Milán en autobús y el GP de Japón de Motociclismo se suspende y cambia de fecha. Los doctos en el tema afirman que todavía estará algunos días más emitiendo cenizas y, como mal menor, Pepe Blanco ofrece España como el gran aeropuerto de Europa. Que vengan todos aquí y cada uno, como pueda, a su casa. Si se dejan alguna perra aquí, ¡qué ostias!, mejor.
Y es que, en este mundo en el que nos hemos (o nos han) acostumbrado a andar tan deprisa, la simple entrada en acción de la naturaleza nos acogota de tal manera que no atinamos más que en caer en la angustia. El aquí y ahora a veces no funcionan. No nos tiremos de los pelos. Imagino que será el momento de preguntarnos si podemos seguir sobrepasando tanto los límites de lo que nos permite este esférico hogar. Quizá la solución sea la pacencia, hoy por ti mañana por mi. Hoy es un volcán, mañana, en otro lugar, será un terremoto. Y también seguiremos preguntándonos por qué muere tante gente. Ingénuos de nosotros. Ninguno saldrá airoso.
C'est la vie.
"Dios siempre perdona. El Hombre a veces, la Naturaleza no perdona jamás."
-Dr. Félix Rodríguez de la Fuente
Vía | Filtrando la Realidad
Imágenes | Google Images, Filtrando la Realidad
Habría que analizar que los datos de un último incidente de este tipo se remontan hasta hace casi treinta años. La tecnología aeronáutica comercial, invebitablemente, debería de estar mucho más avanzada que entonces. No obstante, no entraré en el juego tecnológico, puesto que lo desconozco a todas luces. Simplemente, aquí dejo una reflexión y una puerta abierta para los científicos.
La logística continental, así como miles de pasajeros, se encuentran "congelados" frente a distancias de miles de kilómetros de sus destinos. Los hay que ya han pagado sumas muy interesantes por servicios de taxi de largo recorrido. Nadie se libra, ni siquiera el nebuloso mundo del deporte. El FC. Barcelona viaja hasta Milán en autobús y el GP de Japón de Motociclismo se suspende y cambia de fecha. Los doctos en el tema afirman que todavía estará algunos días más emitiendo cenizas y, como mal menor, Pepe Blanco ofrece España como el gran aeropuerto de Europa. Que vengan todos aquí y cada uno, como pueda, a su casa. Si se dejan alguna perra aquí, ¡qué ostias!, mejor.
Y es que, en este mundo en el que nos hemos (o nos han) acostumbrado a andar tan deprisa, la simple entrada en acción de la naturaleza nos acogota de tal manera que no atinamos más que en caer en la angustia. El aquí y ahora a veces no funcionan. No nos tiremos de los pelos. Imagino que será el momento de preguntarnos si podemos seguir sobrepasando tanto los límites de lo que nos permite este esférico hogar. Quizá la solución sea la pacencia, hoy por ti mañana por mi. Hoy es un volcán, mañana, en otro lugar, será un terremoto. Y también seguiremos preguntándonos por qué muere tante gente. Ingénuos de nosotros. Ninguno saldrá airoso.
C'est la vie.
"Dios siempre perdona. El Hombre a veces, la Naturaleza no perdona jamás."
-Dr. Félix Rodríguez de la Fuente
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